El nombre de Shohei Ohtani vuelve a resonar con fuerza en el beisbol de las Grandes Ligas. En el partido decisivo de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional (NLCS), la estrella japonesa firmó una actuación que ya es parte de la historia: tres jonrones, seis entradas sin permitir carreras y diez ponches. Un desempeño sin precedentes en la era moderna que lo coloca al nivel de una leyenda como Babe Ruth.
La comparación no es casual. En la Serie Mundial de 1918, Ruth consiguió su único hit como lanzador en postemporada, un triple de dos carreras que fue decisivo en la victoria por 3-2. Además, lanzó ocho entradas completas, permitió solo dos carreras y no ponchó a ningún rival. Más de un siglo después, Shohei Ohtani volvió a combinar el poder ofensivo y el dominio en el montículo en un solo juego de playoffs, algo que parecía imposible en el beisbol contemporáneo.
El rendimiento de Shohei Ohtani en la NLCS reafirma su estatus como uno de los peloteros más extraordinarios de todos los tiempos. Su capacidad para brillar tanto como lanzador como bateador recuerda la era en la que Babe Ruth revolucionó el deporte, pero con un toque moderno que mezcla preparación científica, disciplina y talento natural.
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Shohei Ohtani no solo impulsó a los Dodgers de Los Ángeles a la Serie Mundial, sino que también consolidó su legado como el jugador más completo del siglo XXI. Ningún otro pelotero en la actualidad combina con tanta eficacia la potencia ofensiva y el dominio desde la lomita.
El japonés sigue reescribiendo los libros de historia con cada presentación. Su actuación frente a un rival de alto calibre en el juego decisivo de la NLCS no solo rompió estadísticas, sino que también evocó el espíritu de Babe Ruth, demostrando que, incluso cien años después, la grandeza en el beisbol puede adoptar nuevas formas, pero conserva la misma esencia.