Ganó en el US Open, ganó en Tokio y decidió parar. El tobillo le había dado problemas y llevaba muchas semanas de mucha exigencia y prefirió frenar un poco: adujo molestias físicas para ausentarse del Masters 1.000 de Shanghái y poder descansar en casa. … El calendario aprieta y todavía quedan por delante el torneo de París, la Copa de Maestros y la Copa Davis. Pero Carlos Alcaraz quiso apuntarse al torneo de exhibición de los Seis Reyes, con Jannik Sinner, Novak Djokovic, Stefanos Tsitsipas (que ganó en el partido ante el italiano la mitad de lo que ha acumulado en todo el año), Taylor Fritz y Alexander Zverev. Y se exhibe él en la semifinal ante Fritz en el que muestra que está todo en su sitio: el tenis, el nivel, la velocidad, la potencia. No da opción al estadounidense y se planta en la final del sábado tras un 6-4 y 6-2 en apenas una hora de juego soberbio por el que se embolsa un millón y medio de dólares (1.283.000 euros).
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6 | 6 |
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«Para esto vengo a exhibiciones de este tipo, para divertirme y regalar buenos puntos al público», se expresaba el murciano tras el encuentro en un torneo que sigue envuelto en la polémica de siempre, porque se observa una contradicción entre las quejas de los jugadores por un calendario muy apretado y sus apetencias para apuntarse a este tipo de torneos, sobre todo a este con más de diez millones de euros en premios para los participantes: «Entiendo las críticas, pero a veces la gente no entiende nuestras opiniones. Cuando veo que mucha gente se queja de cómo defendemos las exhibiciones no les entiendo porque no es realmente exigente mentalmente en comparación con los torneos largos de dos semanas o dos semanas y media. Eso es realmente duro», comentó el murciano en su llegada a Riad.
Ya vestido de corto, se olvida de las críticas, las molestias y acomete el partido con sonrisa y un resto ganador y comienza a divertirse: derechazo defensivo que atraviesa la pista y a Fritz, dejada impoluta, alargar los puntos todo lo posible porque en las distancias cortas el estadounidense tiene mano. No hay puntos ATP en juego, ni un trofeo oficial, pero sí un botín de casi seis millones de euros para el ganador, en dos partidos, ausente el número 1 de la ronda de cuartos por ser, con Djokovic, el que más Grand Slams posee. Un buen incentivo para presionar lo justo sin desgastarse del todo, que todavía le asoma una banda médica por el tobillo izquierdo.
Aguanta los dos primeros turnos de saque del estadounidense, que tiene un misil en ese primer golpe, y se busca la oportunidad con los puntos largos, donde engatusa al rival hacia la red, al que le cuesta correr hacia delante, y le hace cometer un error con el revés. Un puntito de presión y un ‘break’ para encauzar el primer set.
Hay más sonrisas y bromas, que es una exhibición, pero también seriedad en el planteamiento. Desde el inicio al ataque, lo que ha estado mejorando estos últimos meses. Presiona a Fritz con el resto cuando el rival le saca a la derecha, pero aguanta el 4 del mundo un juego más. Hasta que Alcaraz mete la directa y sentencia con un saque casi directo para cerrar el primer set.
Hay en juego un botín estratosférico, pero también el orgullo. Por eso se enfada Fritz cuando observa que sigue sin poder desequilibrar el buen hacer del murciano en el segundo set. Rápido, potente, travieso, superior. Porque el estadounidense no está jugando mal pero Alcaraz muestra que no hay ni problemas físicos ni cansancio. Peloteos intensos desde el fondo, bola rápida merced a su potencia y a esta altura de Riad de la que ninguno se queja tampoco. Para alegría de la grada, el número 1 regala un muñecazo delicadito para meter una dejada con la que Fritz hinca la rodilla en el quinto juego. El ‘break’ que permite a Alcaraz seguir volando sobre la pista, exhibiendo poderío y sonrisa, sumando dólares a su mochila.
Permite hacer a Fritz un último juego con su servicio, pero no hay clemencia en el siguiente. Derechazo tras derechazo, saque directo y otra dejadita para sentenciar (ganó doce de los trece puntos que se jugó con este golpe). Que será una exhibición, pero tampoco hay que dejar que el rival se lo crea ni se revuelva. Que esto es una exhibición, pero hay un tenis que parece no poder bajar de nivel. Que esto es una exhibición, pero ganas de descansar y preparar una final, la más valiosa de la temporada, este sábado, que la ATP obliga a tener un día de descanso si hay más de dos días de competición, contra Jannik Sinner o Novak Djokovic.
«Estoy muy contento con mi nivel de hoy, he conectado buenos puntos, me lo he pasado bien. Era mi objetivo, hacer grandes puntos delante de esta afición. Creo que les ha gustado por el ruido que han hecho», comentó después. «Cuando la pelota viene, siempre intento darle todo lo fuerte que pueda. Esto es entrenar, haciendo pesas, para intentar golpear estas derechas; es una mezcla entre potencia, el toque. He tenido grandes momentos en este año. Es el mejor año hasta el momento; pero no puedo elegir uno. Cuando gané Roland Garros fue uno de los grandes, o ganar en Montecarlo. Me recuperé de una derrota en Miami. Así que elegiría esos dos».
«Por el momento, estoy jugando el mejor tenis de mi carrera, moviéndome y golpeando bien. Pero no estoy en mi máximo. Todavía queda mucho por venir», explicó. ¿Y qué rival prefiere en la final? «Es uno de los mejores partidos que tenemos en el tenis. Es un partido muy interesante. No lo sé. Los dos están jugando bien. Le dejo al público que elija su preferido», completó.