El talento español Hugo González ya ha impresionado a toda la NBA incluso antes de empezar la competición. Aunque ha hecho una buena pretemporada e incluso ha aparecido en algún ‘highlight’ de la liga en las redes sociales, el excanterano del Real Madrid ha sorprendido por algo menos evidente durante las retransmisiones: sus manos.
El joven de 19 años tiene unas señoras ‘manazas‘ que le otorgan el privilegio de convertirse en el segundo jugador en la liga norteamericana con las manos más grandes desde hace una década.
Hugo González, en el Media Day con los Boston Celtics / Michael Dwyer
Ni Victor Wembanyama, ni ningún otro pívot en la última década supera las medidas de Hugo. Los ojeadores solamente han visto un jugador con las extremidades más grandes que las del español (1,91 metros) últimamente, las del gigante senegalés Tacko Fall, que mide 31 centímetros más (2,29 metros).
La diferencia es mínima, ya que mientras que Fall contó con unos registros de 27 centímetros de mano, González se posiciona en el segundo puesto con 26,11 centímetros.
Si bien es cierto, en la NBA existen ‘unicornios’, como se llama a los jugadores altos con agilidad, como Giannis Antetokounmpo que cuentan con unas manos de 30,1 centímetros, así como algunos que destacan precisamente por la medida de las manos como de Kawhi Leonard, con 28,5 centímetros.
Los hermanos Hernangómez, ante Giannis Antetokounmpo / EFE
El alero milita en los Boston Celtics, precisamente una de las plantillas en las que estuvo Fall en su etapa NBA antes de probar suerte en otras partes del mundo hasta recalar en los Ningbo Rockets de la liga china.
Además de su medida, en una charla durante los entrenos previos al inicio del curso con la cadena NBC revelaba que tiene “manos elásticas“, algo que siempre ha tenido aunque reconoce que “es raro“. Asegura que “no se da cuenta” de lo grandes que son sus manos mientras juega, aunque reconoce que “algunos tapones los consigue con la punta de los dedos“, algo que “ayuda” en la pista.
Más allá de esto, revela que no hay muchas situaciones en las que tengas que “palmear un balón en la NBA” y que la pelota resbala más que la de la Euroliga, pero es capaz de agarrarla con solo una mano, algo que Michael Jordan popularizó y le permitía hacer todas las virguerías que quería con la posesión bajo control.