Los Seattle Mariners llegan a la Serie de Campeonato de la Liga Americana con una misión clara: despertar sus bates. Tras superar a los Tigers en la ALDS, el equipo necesita que sus dos principales figuras ofensivas, Julio Rodríguez y Randy Arozarena recuperen el nivel que los convirtió en referentes durante la temporada regular.
Ambos jardineros fueron fundamentales para que los Mariners alcanzaran esta instancia. Rodríguez firmó su segunda campaña consecutiva con al menos 30 jonrones y 30 bases robadas, mientras que Arozarena logró su primer 25/25 y se consolidó como uno de los bateadores más versátiles del club. Sin embargo, su producción en la Serie Divisional fue preocupante: ambos batearon para .174, con apenas un jonrón combinado y 17 ponches entre los dos.
En la ALDS ante Detroit, Arozarena se fue de 23-4 con ocho ponches, sin cuadrangulares y apenas una carrera impulsada. Su OPS fue de .487 y su WPA negativo (-0.38) refleja su escasa contribución en momentos clave. Rodríguez, por su parte, conectó un jonrón solitario y remolcó tres carreras, pero también se ponchó nueve veces y tuvo un OBP de apenas .240.
El manager Dan Wilson ha reiterado su confianza en ambos, destacando que su impacto va más allá de las estadísticas. Pero ante unos Blue Jays reforzados con Max Scherzer y Chris Bassitt, Mariners necesita más que liderazgo intangible: necesita producción real en el plato.
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La ofensiva de los Mariners ha sido explosiva en tramos de la temporada, pero su éxito en esta serie dependerá de que Rodríguez y Arozarena vuelvan a ser ese dúo dinámico que hizo historia en 2025. Si logran encenderse, Seattle tendrá una oportunidad real de alcanzar su primera Serie Mundial.