Luis Arráez, un bate “prófugo” en postemporada

El venezolano Luis Arráez, triple campeón de bateo en las últimas cinco temporadas de Grandes Ligas, no ha logrado reflejar esos galardones en el béisbol de postemporada, donde parece perder su principal virtud: el contacto constante con la pelota.

Luis Arráez no es sinónimo de poder ni de conseguir extrabases, pero si hay un pelotero al que la mayoría de managers o jugadores elegirían si el objetivo es no poncharse, sin duda alguna sería el venezolano, quien no sabe lo que es poncharse más de 50 veces en una temporada desde el 2022.

Sin embargo, si le das la elección, pero en el escenario de postemporada, es muy probable que muchos miren hacia otro lado o hagan otra elección, independientemente de la gran destreza ofensiva que ha demostrado el oriundo de San Felipe en temporada regular año tras año desde su debut en Grandes Ligas en el 2019.

Números de Luis Arráez lo dejan mal parado…

Pese a que en su primera experiencia en psotempoada por allá en el 2019 en la serie divisional ante los Mellizos de Minnesota, Luis Arráez se lució bateando de hit en 5 de 11 turnos con 4 dobles ante nada más y nada menos que los Yankees de New York,

Sin embargo, desde entonces se ha medido en diferentes escenarios de postemporada ante equipos como los Filis, Bravos, Dodgers y Cubs, registrando una línea ofensiva en términos generales de .224/.246/.284 con 15 hits en 70 turnos, 5 carreras anotadas, 1 carrera remolcada, 1 base robada, 2 boletos y 5 ponches.

En su más reciente participación en los playoffs de 2025 frente a los Cubs de Chicago, Arráez volvió a quedar a deber: apenas 2 hits en 11 turnos, sin carreras anotadas ni producidas. Un desempeño que alimenta la narrativa de que el contacto mágico del venezolano parece diluirse bajo la presión de octubre.

Para un bateador que ha sido sinónimo de excelencia en la temporada regular, la postemporada se ha convertido en su talón de Aquiles. Y mientras siga sin demostrar su valor en el momento más importante del año, Luis Arráez seguirá cargando con la etiqueta de ser un “bate prófugo” en playoffs.