Este 19 de septiembre, el histórico Fox Theatre de Detroit, Michigan, será el escenario de una batalla crucial para el boxeo femenino: la estadounidense Olivia Curry (7-2-1, 2KOs) se enfrentará a la australiana Kaye Scott (4-1) por el campeonato mundial WBA del peso medio.
Curry, de 35 años, llega con hambre de consagración tras una carrera marcada por la resiliencia. Con una extensa carrera como amateur y un rápido crecimiento en el circuito profesional, su estilo combina presión, resistencia y una mentalidad fuerte que ha ido puliendo combate tras combate. Pelear en casa, con el público de Detroit a su favor, podría ser el impulso emocional que necesita para coronarse por primera vez como campeona mundial.
Scott, por su parte, representa la experiencia (aunque mas en el amateur que en el profesional). A sus 41 años, la boxeadora de Sydney cuenta con una extensa trayectoria amateur internacional, incluyendo medallas en los Juegos de la Commonwealth y campeonatos continentales. Aunque viene de una sorpresiva derrota ante Desley Robinson, su regreso al ring busca reivindicar su lugar en la élite y demostrar que aún tiene lo necesario para brillar.
Será un combate interesante con la agresividad de Curry frente a la precisión y lectura de combate de Scott. Más allá del cinturón, está en juego el reconocimiento internacional y la posibilidad de abrir nuevas puertas en una división que ha ganado visibilidad en los últimos años.
Ambas peleadoras llegan con motivación máxima y una narrativa que conecta con el público: Curry como símbolo de perseverancia local, y Scott como embajadora de la veteranía y el boxeo técnico.