La noticia del despido de Jimmy Kimmel, un famoso presentador de un programa nocturno tipo “talk show” en ABC, por haber criticado al gobierno de Donald Trump por su comportamiento tras el asesinato de Charlie Kirk, disparó una profunda preocupación en la industria del entretenimiento, los medios y en la oposición demócrata, que ven el hecho como un acto de censura contra quienes critican al presidente.
La cadena suspendió el miércoles por la noche el show “Jimmy Kimmel Live!” después de que el presentador pronunciara el lunes un monólogo en el que acusaba al “presidente y sus secuaces” de tratar de capitalizar el asesinato del influencer ultraconservador y amigo del presidente, que murió la semana pasada baleado en una universidad de Utah por un joven de 22 años que ya está en la cárcel.
“La banda MAGA (Make America Great Again) intenta desesperadamente caracterizar a este chico que asesinó a Charlie Kirk como cualquier cosa menos uno de ellos y hace todo lo posible para ganar rédito político”, dijo Kimmel.
La cadena dijo que el despido del presentador había sido decisión propia tras un “acto ofensivo e insensible” por parte de Kimmel. Pero se sabe que el propio Trump y sus aliados llamaron a la gente a expulsar de sus trabajos a quienes habían emitido comentarios en contra de Kirk y la temática de sus discursos o justificado de alguna manera su asesinato.
De hecho, la suspensión de Kimmel se anunció horas después de que el presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones, Brendan Carr, criticara al comediante e insinuara que la FCC podría tomar represalias contra quienes lo transmitieron.
El de Kimmel no es un caso aislado. Semanas atrás había sido despedido el presentador Stephen Colbert, también crítico del presidente, de su emisora y Trump había festejado la decisión. Incluso en su posteo había sugerido que Kimmel debía ser el próximo en la lista de despedidos.
Trump reaccionó enseguida al despido y pidió además que echen a otros dos presentadores nocturnos como Jimmy Fallon y Seth Meyers.
“Grandes noticias para Estados Unidos: los índices de audiencia desafiados Jimmy Kimmel Show están CANCELADOS. Felicitaciones a ABC por finalmente tener el coraje de hacer lo que había que hacer”, escribió el presidente en las redes sociales el miércoles por la noche, y pidió la cancelación de otros dos programas nocturnos que lo han criticado: “The Tonight Show with Jimmy Fallon” y “Late Night with Seth Meyers” de NBC, según publicó en su red Truth Social.
“Ahora quedan Jimmy y Seth, dos perdedores totales, de la cadena de noticias falsas NBC. Sus ratings son horribles. Hazlo NBC!”, pidió abiertamente.
Jimmy Kimmel llega a la 74.ª edición de los Premios Emmy en el Microsoft Theater de Los Ángeles, el 12 de septiembre de 2022.
Más tarde, en una conferencia de prensa mientras visitaba Inglaterra, Trump restó importancia a las preocupaciones sobre la censura. Dijo que Kimmel fue “despedido porque tenía mal rating más que cualquier otra cosa”, y agregó: “puedes llamar a eso libertad de expresión o no”.
Y aún más tarde, mientras volaba a casa en el Air Force One el jueves, Trump sugirió que a las cadenas que lo critican deberían “tal vez” quitarles sus licencias.
Rey de audiencias, en problemas
Multipremiado como conductor y con un programa que es un éxito de audiencias, Kimmel es un clásico entre los late night shows estadounidenses y su rol de celebridad lo llevó a ser cuatro veces el anfitrión de la entrega de los Oscar.
Los índices de audiencia de Kimmel estaban cayendo antes de la suspensión. Pero el mayor propietario de estaciones afiliadas a ABC, Nexstar, no citó la caída de rating en un comunicado explicando por qué retiró su programa. En cambio, la compañía criticó los comentarios “ofensivos e insensibles” de Kimmel sobre la muerte de Kirk y dijo que “continuar dándole al Sr. Kimmel una plataforma de transmisión en las comunidades a las que servimos simplemente no es de interés público en este momento”.
La conmoción por la novedad no solo impactó en Hollywood sino en el Congreso, mientras aumentaban las preocupaciones sobre una nueva era de censura del gobierno.
La novedad no solo impactó en Hollywood sino en el Congreso, mientras aumentaban las preocupaciones sobre una nueva era de censura del gobierno. Foto Reuters
“Esto está más allá del macartismo”, dijo el director de la División de Democracia y Tecnología de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles, Christopher Anders, en un comunicado. “Los funcionarios de Trump están abusando repetidamente de su poder para detener ideas que no les gustan, decidiendo quién puede hablar, escribir e incluso bromear. Las acciones de la administración Trump, junto con la capitulación de ABC, representan una grave amenaza para nuestras libertades de la Primera Enmienda”.
El comediante Marc Maron publicó en un video que “Jimmy Kimmel ha sido amordazado y sacado del aire”. “Así es como se ve el autoritarismo en este momento en este país… Esto es censura del gobierno”.
“La suspensión de Jimmy Kimmel hace temer una nueva era de censura”, tituló The Washington Post. “El despido de Kimmel por parte de Trump muestra cómo las empresas estadounidenses se le rinden”, analizó la CNN. “La suspensión de Kimmel desata un furioso debate sobre la libertad de expresión”, señaló Político.
Incluso medios conservadores como The Wall Street Journal titularon: “Con la suspensión de Kimmel, se intensifica la campaña de Trump contra los críticos”. Y añadió: “Jimmy Kimmel es el último objetivo de un esfuerzo por castigar el discurso político tras el asesinato de Charlie Kirk”.
Demócratas prominentes también expresaron su indignación. El líder de la minoría del Senado, el demócrata Charles Schumer, pidió a Trump el jueves que despida a Carr, a quien Trump nominó para presidir la FCC poco después de su elección en noviembre.
“No puedo pensar en una mayor amenaza para la libertad de expresión que Carr en muchos, muchos años”, dijo Schumer a los periodistas. “Es despreciable. Es antiestadounidense. Debería renunciar y Trump debería despedirlo”.
El expresidente Barack Obama acusó al gobierno de “amenazar rutinariamente con acciones regulatorias contra las empresas de medios a menos que amordacen o despidan a los reporteros y comentaristas que no le gustan”.
Sin embargo, la suspensión de Kimmel fue celebrada por varias personalidades del mundo de la derecha. “Esto no es cultura de cancelación en absoluto”, dijo el presentador del podcast que votó por Trump, Dave Portnoy. “Lo que le sucedió a Kimmel, diría yo, son consecuencias por sus acciones en tiempo real”, agregó.
El ex vice de Trump, Mike Pence, dijo que “los empleadores privados tienen todo el derecho de despedir a los empleados, ya sean presentadores de programas de entrevistas de televisión o de otro tipo, si violan los estándares de esa empresa”.
