Después de una breve reconciliación con el rey Charles, su padre, el príncipe Harry viajó sorpresivamente a Ucrania para apoyar a los heridos de guerra.
El quinto en la línea de sucesión al trono real llegó inesperadamente a Kiev, en el mismo tren que llevaba a la nueva canciller británica, Yvette Cooper, en su primer viaje al exterior.
El Príncipe y el equipo de su Fundación Invictus Games, que se ocupa de la rehabilitación de heridos de guerra, fueron invitados a Kiev y detallarán nuevas iniciativas para apoyar a los heridos en todas las zonas del país.
El duque de Sussex voló a Polonia y luego tomó un tren a la capital ucraniana, a la que llegó el viernes por la mañana.
“Tuve que consultar con mi esposa y el Gobierno británico para asegurarme de que todo estaba bien”, admitió a The Guardian.
Es su primera visita a Kiev, ciudad que fue alcanzada por misiles de crucero rusos hace apenas dos días, la misma noche en que numerosos drones de ataque atacaron la ciudad.
Justo cuando Moscú anunciaba una “pausa” en sus negociaciones de paz con Ucrania, la guerra en Ucrania ya ha dejado 130.000 personas con discapacidades permanentes. La rehabilitación a través del deporte es el centro de la política del Gobierno para ayudar a los veteranos.
El tren nocturno
Harry fue invitado por el Gobierno ucraniano. Expresó su deseo de hacer “todo lo posible” para ayudar a la recuperación de los miles de militares que resultaron gravemente heridos en la guerra de tres años contra Rusia.
En declaraciones al diario británico The Guardian durante su viaje en el tren nocturno a Kiev, el duque de Sussex admitió: “No podemos detener la guerra, pero sí podemos hacer todo lo posible para contribuir al proceso de recuperación”.
“Podemos seguir humanizando a las personas involucradas en esta guerra y lo que están viviendo. Tenemos que mantenerlo presente en la mente de la gente. Espero que este viaje ayude a que la gente lo comprenda, porque es fácil perder la sensibilidad ante lo que ha estado sucediendo“, dijo.
Harry recibe un obsequio a su llegada a Kiev. Foto: Reurters
El príncipe contó que Olga Rudnieva, fundadora y directora ejecutiva del Centro de Trauma Superhumans en Lviv, Ucrania, lo invitó a Kiev. Él visitó el centro en abril en Lviv, en otra visita sorpresa. La conoció por casualidad hace un par de meses, en Estados Unidos.
“Me encontré con Olga en Nueva York. Fue un encuentro casual y le pregunté qué podía hacer para ayudar. Me dijo: ‘El mayor impacto es venir a Kiev’“.
“En Lviv, no se ve mucho de la guerra. Está muy al oeste del país. Esta es la primera vez que veremos la verdadera destrucción de la guerra”, dijo Harry en su viaje nocturno a Kiev.
Ucrania en Invictus
Harryl ha sumado a Ucrania a los Juegos Invictus, la ONG que ha creado para la rehabilitación de heridos de guerra, en el 2017. Pero el entusiasmo y la necesidad de la competición de los veteranos en Invictus, fundada por el Príncipe en 2014 para que los heridos de guerra compitan en eventos deportivos, ha crecido enormemente desde que comenzó el conflicto con Rusia.
El duque recordó la recepción que recibió el equipo ucraniano en los Juegos de La Haya hace dos años.
“Fue extraordinario. Todos los participantes tuvieron que hacer un viaje para llegar a esos Juegos, pero ninguno de las otras naciones competidoras regresó a la guerra. Por eso los ucranianos se destacaron. Todos sentimos una inmensa conexión con ellos. Algunos de los competidores estaban siendo rescatados del campo de batalla y regresaban a él. Significa mucho para nosotros, porque significa mucho para ellos”, dijo.
Durante el viaje a Kiev, el Príncipe visitará el Museo Nacional de Historia de Ucrania en la Segunda Guerra Mundial. Se espera que se aloje con 200 veteranos, también invitados. También se reunirá con la primera ministra ucraniana, Yulia Svyrydenko.
Harry posa junto a un soldado ucraniano. Foto: Reuters
“Viajar a Kiev me brindará la oportunidad de hablar con veteranos y presenciar de primera mano la destrucción sufrida”, afirmó.
Si bien los Juegos Invictus, que se celebran cada dos años y cuya próxima sede es Birminghan, han sido el eje central de gran parte del trabajo de la fundación, esta ha incrementado sus programas de recuperación deportiva para brindar oportunidades de rehabilitación más allá de los juegos principales. Incluye el suministro de material deportivo en Ucrania.
Natalia Kalmykova, ministra ucraniana para Asuntos de Veteranos, afirmó que el deporte se ha convertido en una función clave en la atención médica de los veteranos.
“Gracias a nuestra relación con la Fundación de los Juegos Invictus, hemos establecido, y seguimos desarrollando, el papel del deporte en la recuperación en Ucrania. Por eso se incluye en la estrategia de políticas para veteranos”, dijo la ministra.
En marzo de este año, más de 22.000 veteranos en toda Ucrania habían accedido a beneficios, como membresías en gimnasios y pases para piscinas.
Después de la reconciliación
El duque de Sussex viajó a Ucrania tras cuatro días de actividades cuasi-reales en Londres y Nottingham. Pero su encuentro más importante fue una reunión de reconciliación con su padre, el rey Charles, después de 19 meses de alejamiento y recriminaciones. Con dos tazas de té y una tetera en el medio, nada más británico para un reencuentro.
Harry llega a Clarence House, la residencia oficial del rey. Foto: Reuters
El acuerdo entre padre e hijo fue no hablar de ese encuentro ni dar entrevistas sobre la Familia Real. El rey quiere reconstruir el vínculo con su hijo y reconectarse con sus nietos, Lilibet y Archie, a quienes no ve desde hace 3 años. Pronto los chiquitos podrían visitarlo en Gran Bretaña. Sería el próximo paso para terminar este drama familiar.
Nadie cree que los Sussex van a abandonar Montecito y regresar a Gran Bretaña. Pero la idea es que visiten los palacios de Balmoral o Sandringham, propiedad de su padre, donde pueden beneficiarse de la seguridad real que exige Harry para su familia para regresar y que el Estado británico no le otorga.
En mayo, tras perder su batalla en el Tribunal Superior contra el Ministerio del Interior, el príncipe Harry declaró a la BBC que le encantaría una reconciliación con la Familia Real. “No tiene sentido seguir luchando, la vida es preciosa. No sé cuánto mi padre va a vivir”, dijo.
Las declaraciones enfurecieron al palacio, que hasta ahora ha dicho que el rey se encuentra en perfecta salud.
Todos ven que Carlos III pierde peso, que se cansa, que sus manos están enrojecidas e inflamadas al igual que sus labios, que toma largos descansos en Escocia y tiene una agenda acotada durante su tratamiento contra un cáncer que nadie ha identificado.
Lo mismo sucedió con la reina Isabel II hasta su muerte. Su cáncer se descubrió en el 2021 y no fue informado ni a la familia real hasta 6 meses antes de su muerte.
Tras el encuentro a solas con su padre, el portavoz del príncipe Harry dijo que “le encantaba estar de vuelta en el Reino Unido y ponerse al día con sus buenas causas y amigos”.
No vio a William y Kate
Hasta el noviazgo con Meghan, Harry y William eran dos hermanos inseparables. Pero la separación parece ahora definitiva.
Harry no vio a su hermano William, heredero al trono, ni a su esposa Kate, los príncipes de Gales. El primer día de su agenda estuvieron apenas separados por 8 kilómetros, pero no hubo reencuentro, en esta pelea tan pública que erosiona la imagen de la Casa de Windsor.
William cree que nadie de la Familia Real debe contactarse con Harry o Meghan y esta semana lo ratificó. Pero fue notificado por su padre del encuentro. Él se fue a Cardiff para estar lejos. Sin embargo, este encuentro entre el rey y Harry puede generar un nuevo conflicto: una más profunda separación de William y el rey, que ya existe.
La reconciliación entre el rey y su hijo Harry fue un producto de un cambio de guardia en el palacio.
El secretario del rey, Sir Clive Alderton, conocido como La Avispa en los círculos reales, tiene una horrenda relación con Harry. Como diplomático, él fue quien decidió su futuro en la Cumbre de Sandringham, que lo despojó de su estatus militar cuando el príncipe era capitán y piloto de combate de Apache en Afganistán.
Harry no se lo perdonó. Pero la llegada de un segundo secretario, exdiplomático británico en París, ha limado el vínculo entre el padre y el hijo y estuvo a cargo de este encuentro. No se sabe cuál será el futuro de Sir Clive, protagonista en el “Megxit”.
William y Charles, una relación complicada
“Carlos está menos irritado con Harry que con William”, dijo una fuente cercana al palacio.
Carlos III junto a su hijo y sucesor, William. Foto: AP
El vínculo entre Charles y su hijo William es complicado, distante, a pesar de ser el heredero. La enfermedad del rey ha puesto a William más cerca que nunca del trono y la relación con su padre es, sobre todo, institucional.
El pasado por el divorcio de sus padres, el sufrimiento de la princesa Diana y las confidencias a su hijo, el difícil vínculo de William con Camilla, el modelo de monarquía moderna que William quiere y las tradiciones medievales que el rey defiende los separan, al igual que la forma de ejercer el poder y comunicarse con sus súbditos.
Hay una pública tensión entre el padre y el hijo, que no se puede subestimar. William quiere una monarquía moderna, mínima, de la gente. Detesta ir a Ascot, a ver los caballos de carrera y prioriza a su familia. Es indispensable para él llevar a sus chicos al colegio o a hacer deportes, después de crecer en una familia real completamente disfuncional. Quiere que sus hijos tengan una vida normal.
Charles no ve con frecuencia a sus nietos y George, el mayor de William y Kate, será el heredero al trono. La reina Isabel comenzó a preparar a William como rey a los 10 años.
El rey rogó a sus hijos en conflicto “que no le hicieran la vida imposible”, durante una angustiosa reunión en el Castillo de Windsor en 2023. No lo ha conseguido.
