Uno de los dos vagones amarillos y blancos del antiguo funicular de Lisboa descarriló el miércoles y se estrelló contra un edificio, en un accidente que dejó al menos 16 muertos. Testigos de la tragedia aseguraron que el vehículo se deslizó por la empinada calle “fuera de control, sin frenos”, aunque las causas están en plena investigación y aún no fueron esclarecidas.
El funicular de la Gloria, una de las atracciones turísticas más populares de la capital de Portugal, transporta pasajeros hacia y desde el pintoresco Barrio Alto.
El servicio comenzó a funcionar en 1885 y fue electrificado tres décadas después. En 2002 lo declararon monumento nacional.
El funicular cuenta con dos vagones interconectados, alimentados por cables eléctricos aéreos. Los vagones circulan en direcciones opuestas y están conectados mediante un sistema de cables subterráneo que pasa por una polea en la cima de la colina.
El peso del vagón que baja ayuda a levantar al otro, y se cruzan a mitad de camino.
Cada uno de los dos vehículos en la línea tiene capacidad para unas 40 personas.
El techo del vagón aún permanecía este jueves de lado en el lugar del accidente, junto a un montón de piezas de metal y asientos de madera rotos.
La tragedia ocurrió cerca de la Plaza de los Restauradores, en el centro de Lisboa. La calle estaba acordonada, pero mucha gente dejó ramos de flores en el lugar para homenajear a las víctimas.
Fuente: Samuel Granados, The New York Times