Mejor inglés, más dinero y estudios de parentesco: Gran Bretaña prohibe la reunificación familiar y estudia condiciones más duras para asilados

Bajo el aliento del populista Nigel Farage, los migrantes obsesionan a los británicos. Los hoteles donde se alojan fueron rodeados amenazadoramente el fin de semana y en Londres debieron frenar a encapuchados que pretendían ingresar. Para el gobierno, son un problema con difícil solución. Por eso, la ministra del interior, Yvette Cooper, anunció ante el Parlamento que los refugiados que reciben asilo no podrán traer temporalmente a sus familias al Reino Unido. Deberán esperar que se reformen las normas.

Cooper, ministra del Interior, afirmó que las normas “no son justas” y que “se necesitan reformas para mejorar el sistema de inmigración”.

A los migrantes que reciben asilo se les prohibirá temporalmente traer a sus familias al Reino Unido, en un nuevo intento del Partido Laborista por contrarrestar la amenaza de Nigel Farage sobre la inmigración.

Cooper anunció la suspensión temporal del programa de reunificación familiar de refugiados hasta que modifique la ley para introducir algunas condiciones.

Afirmó que las normas, que no imponen condiciones a los solicitantes, son “injustas”, en comparación con los requisitos que deben cumplir los ciudadanos británicos que desean traer a sus parejas extranjeras al Reino Unido.

Cooper declaró a los parlamentarios el lunes que esperaba que los primeros migrantes fueran deportados a Francia bajo el programa “uno entra, uno sale”, “a finales de este mes”. El Ministerio del Interior ha comenzado a considerar las solicitudes presentadas por solicitantes de asilo en Francia para venir al Reino Unido.

Con los cambios, los refugiados recién admitidos se enfrentarán a obstáculos para traer a sus familiares al Reino Unido, incluyendo un nuevo período de espera, mayores niveles de inglés y requisitos financieros. Los cambios requerirán que los refugiados esperen al menos dos años antes de poder traer a sus familiares al Reino Unido.

El cambio equiparará al Reino Unido con países europeos, como Dinamarca y Suiza. Esto se produce tras un fuerte aumento en el número de personas que entran al Reino Unido por la ruta de reunificación familiar de refugiados. El año pasado se emitieron un récord de 20.817 visados de reunificación familiar de refugiados, lo que quintuplica el número de visados de hace dos años.

Cooper explicó a los parlamentarios que la solicitud promedio para traer a un familiar al Reino Unido se presentaba tan solo un mes después de que se le concediera asilo al migrante. En ocasiones, incluso antes de que abandonara un hotel del Ministerio del Interior. Antes de la pandemia, el tiempo promedio era de 18 meses.

“El aumento de solicitudes ha provocado un incremento de la falta de vivienda“, explicó Cooper a los parlamentarios. Añadió que algunos ayuntamientos han descubierto que más de una cuarta parte de las familias que se declaran sin hogar estaban vinculadas a la reunificación familiar de refugiados.

Las cifras oficiales del gobierno muestran que, a nivel nacional, la proporción de familias de refugiados que se declaran sin hogar es mucho menor, alrededor del 9 %.

Cooper anunció que todas las nuevas solicitudes bajo la vía de reunificación familiar de refugiados se suspenderían hasta que los cambios entren en vigor, previstos para la primavera.

En su lugar, los refugiados tendrán que solicitarlo a través del programa regular de reunificación familiar para traer a sus familias al Reino Unido, que impone condiciones significativamente más estrictas. Incluyen un ingreso mínimo de 29.000 libras esterlinas y requisitos más estrictos de comprobación de parentesco.

Lord Blunkett, exministro del Interior laborista, advirtió que las restricciones a los refugiados podrían obligar al Reino Unido a suspender temporalmente partes del Convenio Europeo de Derechos Humanos (CEDH). Esto se debe al riesgo de que los cambios vulneren el derecho a la vida familiar, consagrado en el artículo 8 del CEDH.

Blunkett instó al primer ministro a activar la suspensión temporal del artículo 8 para impulsar la restricción a las normas de reunificación familiar de refugiados. Añadió que esto también ayudaría a resolver un retraso récord de 51.000 solicitudes de asilo, lo que impide que el Reino Unido deporte a solicitantes de asilo rechazados y colapsar los hoteles.

Downing Street ha declarado que no solicitará ninguna suspensión del CEDH.

En su declaración ante la Cámara de los Comunes, Cooper reiteró sus planes de introducir una ley que endurezca la interpretación de las demandas del Artículo 8 por parte de los jueces británicos. Aseguró que la interpretación del convenio por parte de los jueces británicos debe “adaptarse a las realidades y los desafíos del mundo actual”.

Kemi Badenoch, líder del Partido Conservador, afirmó que los cambios propuestos por el gobierno no son suficientes. Añadió que el Partido Laborista “no tiene el coraje” para adoptar un enfoque más radical en el control de la inmigración.

Cooper también anunció planes para introducir un programa permanente para que los estudiantes refugiados vengan a estudiar al Reino Unido y una prórroga de dos años para los refugiados ucranianos.

El gobierno también ha implementado medidas enérgicas contra los estudiantes extranjeros que solicitan asilo una vez que sus visados vencen.

Durante los próximos meses, se estima que 130.000 estudiantes extranjeros y sus familias residentes en el Reino Unido recibirán un mensaje del Ministerio del Interior: “Si no tienen derecho legal a permanecer en el Reino Unido, deben irse”.

Sir Keir Starmer ha anunciado que “adelantará” el compromiso del gobierno de cerrar todos los hoteles de asilo para 2029, tan solo tres meses después de establecer el objetivo.

Aprovechó el regreso del Parlamento para intentar respaldar la agenda de la Reforma, el partido de Nigel Farage, que ha dominado las vacaciones de verano con anuncios radicales sobre inmigración y delincuencia.

El primer ministro insistió en que “comprende plenamente” la frustración de la ciudadanía por los 32.000 migrantes alojados en hoteles financiados con fondos públicos.

Sin embargo, se negó a establecer un plazo para poner fin al uso de hoteles para migrantes, declarando a BBC Radio 5 Live: “Hemos dicho que los eliminaremos para el final de la legislatura. Me gustaría adelantar esa propuesta. Creo que es un buen reto”.

Starmer afirmó que Farage y su partido “se alimentan del agravio”. “No quieren que se resuelva el problema porque no tienen razón de existir si se resuelve”.

Un portavoz de Reforma declaró: “Starmer y su gobierno generan agravios”.

El arzobispo de York, máxima autoridad de la iglesia anglicana en estos días, dijo que Farage no propone nada para solucionar la inmigración y lo acusó de generar “una reacción instintiva” en la sociedad.