Equipos de investigación estadounidenses trataban de averiguar este jueves por qué una persona fuertemente armada abrió fuego el miércoles contra decenas de niños durante una misa matutina en una escuela primaria católica, en Minneapolis, en un ataque que dejó dos menores muertos y 17 heridos.
La persona responsable del ataque fue identificada como Robin Westman de 23 años, quien estudió en esa escuela en el pasado. Nacida como Robert Westman, cambió legalmente su nombre en 2020 y cambió legalmente de género.
Westman abrió fuego alrededor de las 8 de la mañana. Dejó notas, un diario y videos en las redes sociales.
En uno de los videos, que fue retirado rápidamente de circulación, se le ve preparando un arsenal de armas y municiones, armas marcadas con mensajes de odio en contra de Trump, del gobierno y de la vida.
Un cartucho lleva la leyenda “Maten a Donald Trump”. Foto: Reuters
Una pistola lleva el nombre de Vicki Weaver, asesinada por el FBI en 1992. Foto: Reuters
Otra captura de video muestra a Robin Westman, preparando sus armas. Foto: Reuters
En las cuatro páginas de notas que dejó, y que no ofrecen un motivo claro para su crimen, escribió: “Estoy enferma, estoy triste y atormentada. Suicida desde hace años. Sé que no está bien, pero he estado esperando esto por tanto tiempo.”
En este memorando, se disculpaba con su familia, reiterando que no quería seguir en este mundo y quería llevar a cabo este acto criminal antes de morirse.
Adquisición de armas
El jefe de policía de Minneapolis reveló el contenido de otros videos en los que expresa además admiración por los tiroteos masivos. El FBI ha abierto una investigación por crimen de odio anticatólico.
En redes sociales, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, vinculó el crimen con la identidad de género de la atacante. “Sabemos que el asesino es un hombre de 23 años que se identifica como transgénero. Este monstruo perturbado atacó a los más vulnerables,” escribió.
Un dibujo hecho por Robin. Foto: Reuters
El alcalde de Minneapolis, por su parte, Jacob Fray advirtió acerca de “quien aproveche esta ocasión para demonizar a nuestra comunidad trans o a cualquier otra comunidad ha perdido el sentido de la humanidad. Hoy murieron niños.”
Robin Westman había adquirido legalmente sus armas — un fusil, una carabina y una pistola, entre otras — lo que ha reavivado una vez más el debate sobre la libre circulación de armas en la mayoría de los estados del país.
Jacob Fray agregó que los líderes deben reconocer que en Estados Unidos “hay más armas que personas”.
Robin Westman había adquirido legalmente sus armas — un fusil, una carabina y una pistola. Foto: Reuters
El jefe de policía de la ciudad, Brian O’Hara, dijo que el ataque se produjo cuando una persona disparó a través de las ventanas de la Iglesia de la Anunciación mientras decenas de jóvenes estudiantes asistían a una misa para celebrar la primera semana de regreso a clases. Luego se suicidó.
“Dos niños pequeños, de ocho y diez años, murieron donde estaban sentados en los bancos”, declaró O’Hara. Otras 14 niños resultaron heridos y tres feligreses de edad avanzada también recibieron disparos, añadió.
La iglesia se encuentra junto a una escuela afiliada en el sur de la ciudad, la mayor del estado de Minnesota, donde el miércoles en la noche cientos de personas se congregaron en una vigilia por las víctimas.
El director del FBI, Kash Patel, declaró que la agencia estaba investigando el tiroteo como “un acto de terrorismo doméstico y un delito de odio contra los católicos”.
Un niño de 10 años dijo que sobrevivió al tiroteo gracias a que un amigo lo cubrió con su cuerpo. “Corrí debajo del banco y me cubrí la cabeza”, declaró a la cadena CBS.
Video
Tiroteo en una escuela católica de Minneapolis.
“Mi amigo Víctor me salvó, porque se echó encima de mí, pero recibió un disparo“.
Un comunicado conjunto del director y el párroco de la escuela indicó que, segundos después del inicio del tiroteo, “nuestro heroico personal trasladó a los estudiantes debajo de los bancos“.
El ataque recibió condenas y expresiones de dolor de muchos, incluido el presidente Donald Trump, quien ordenó que las banderas estadounidenses en la Casa Blanca quedaran a media asta.
El papa León XIV –el primer estadounidense en liderar la Iglesia Católica– dijo que estaba “profundamente entristecido” por la tragedia.
“Minnesota está con el corazón roto”, escribió el gobernador Tim Walz en X.
Imágenes de video en vivo mostraron a padres en pánico recuperando a sus pequeños y huyendo, en medio de un importante dispositivo de emergencia.
Testigos y sobrevivientes hablaron de una escena desgarradora, con la persona que atacó vestida de negro y usando un pasamontañas mientras disparaba, y niños escondiéndose entre los bancos de la iglesia.
El ataque del miércoles es el último de una larga lista de tiroteos escolares en Estados Unidos, donde las armas superan en número a las personas y los intentos de restringir el acceso a armamento enfrentan un eterno estancamiento político.
Este año ha habido al menos 287 tiroteos masivos –ataques en los que tiene que haber al menos cuatro víctimas, fallecidas o heridas– en el país, según el Archivo de Violencia Armada.
Al menos 16.700 personas murieron por violencia armada en Estados Unidos el año pasado, sin incluir los suicidios.