Kevin Durant, a sus 36 años, ha vuelto a sacudir la NBA. El alero ha sido protagonista de un movimiento sin precedentes: el traspaso más grande de la historia de la liga, que ha involucrado a nada menos que siete equipos y más de 20 movimientos.
La operación, que ya se ha ejecutado oficialmente, ha llevado a Durant desde los Phoenix Suns a los Houston Rockets, en una negociación que marca un antes y un después en la historia de la NBA. Los equipos involucrados han sido: Houston Rockets, Atlanta Hawks, Brooklyn Nets, Golden State Warriors, Los Angeles Lakers, Minnesota Timberwolves y Phoenix Suns.
El intercambio ha sido tan colosal que ha incluido seis jugadores, una selección de primera ronda (la número 10 del Draft, utilizada por Phoenix para seleccionar al pívot Khaman Maluach), 12 selecciones de segunda ronda, intercambios de picks y compensación económica.
En el centro de la operación, Durant llega a los Rockets a cambio de Jalen Green, Dillon Brooks, la décima elección del Draft y cinco selecciones de segunda ronda. El acuerdo no se pudo cerrar hasta el fin de la moratoria el pasado domingo, con el inicio oficial del periodo de traspasos para la temporada 2025-26, por motivos relacionados con el cumplimiento del límite salarial.
Días después del anuncio del traspaso, Durant fue invitado al popular podcast “Mind the Game”, presentado por LeBron James y Steve Nash. Durante el episodio, los tres coincidieron en recordar con cariño su paso por los Oklahoma City Thunder, equipo en el que militaron en distintas etapas. En un pasaje destacado, LeBron James no escatimó en elogios hacia el equipo de Oklahoma: “Tienen un equipo buenísimo. Un equipo buenísimo”, afirmó con énfasis, a lo que Durant y Nash asintieron, reconociendo el impresionante crecimiento de los Thunder en los últimos años.
Y no es para menos. Los Oklahoma City Thunder se coronaron campeones de la NBA hace solo unas semanas, al superar a los Indiana Pacers en unas Finales intensas y emocionantes. Fue el primer anillo para la franquicia desde su traslado a Oklahoma.
El gran protagonista de la temporada fue, sin duda, Shai Gilgeous-Alexander. El canadiense firmó una temporada memorable, consolidándose como uno de los mejores jugadores de la liga y obteniendo el MVP de la temporada. Su capacidad para anotar, asistir y liderar a un grupo joven y talentoso fue determinante para que Oklahoma se alzara con el título.
Shai fue el alma del equipo tanto en temporada regular como en playoffs. Su química con compañeros como Chet Holmgren o Jalen Williams, ha convertido a los Thunder en el rival a batir la próxima temporada en la NBA.