Trump dice que rechazó la invitación de Epstein para visitar su isla: “Nunca tuve el privilegio de ir”

El presidente Donald Trump declaró el lunes que “nunca tuvo el privilegio” de visitar la isla privada de Jeffrey Epstein en el Caribe porque rechazó una invitación del financiero.

Como parte de un esfuerzo continuo de Trump por distraer, negar y desviar la atención de su larga relación con Epstein, el presidente negó rotundamente haber visitado las islas privadas de Epstein en el Caribe, al tiempo que acusaba sin fundamento a su predecesor, el expresidente Bill Clinton, de visitar las islas, en su último intento de desviar la atención de la conspiración.

“Nunca fui a la isla, y Bill Clinton supuestamente fue allí” varias veces, declaró Trump durante un viaje a Escocia. Epstein era dueño de dos islas en las Islas Vírgenes Estadounidenses: Little St. James y Great St. James, donde recibía a amigos famosos y presuntamente traficaba con menores de edad con fines sexuales.

Continuó: “Nunca tuve el privilegio de ir a su isla, y sí lo rechacé, pero mucha gente de Palm Beach fue invitada. En uno de mis mejores momentos, lo rechacé”.

Clinton ha negado haber visitado las islas o tener conocimiento alguno de la conducta criminal de Epstein, y ha dicho que desearía no haberlo conocido nunca. Al ser preguntado sobre las acusaciones de Trump, un asesor de Clinton hizo referencia a esa negación original, añadiendo que hacía 20 años que Clinton no tenía contacto con Epstein.

En 2002, Clinton voló en un jet privado propiedad de Epstein como parte de una visita a África —un viaje que atrajo una gran atención mediática—, pero el expresidente no ha sido vinculado por fiscales ni funcionarios con ninguna de las acusaciones penales contra Epstein. Entre 1993 y 1997, mientras Trump y Epstein mantuvieron una relación amistosa, el nombre de Trump apareció siete veces en los registros de vuelo de Epstein.

En su comparecencia del lunes, Trump también contradijo una explicación previa de la ruptura de su relación ofrecida por la Casa Blanca. Asesores habían dicho que Trump expulsó a Epstein de su club Mar-a-Lago “por ser un canalla”. El lunes, Trump dijo que Epstein estaba en la lista negra porque había contratado a algunos de sus empleados.

“Durante años, no hablé con Jeffrey Epstein”, dijo Trump. “No hablé porque hizo algo inapropiado. Contrató ayuda y le dije: ‘No vuelvas a hacer eso’. Robó a gente que trabajaba para mí. Le dije: ‘No vuelvas a hacer eso’. Lo volvió a hacer. Y lo eché de allí, persona non grata. Lo eché y punto”.

No quedó claro a qué empleados se refería Trump, y la Casa Blanca no ofreció una explicación de inmediato. Virginia Giuffre, víctima de la red de tráfico sexual de Epstein que se suicidó el año pasado, había declarado que se involucró en su mundo mientras trabajaba como asistente de spa en Mar-a-Lago.

Los dos hombres también tuvieron una pelea en 2004, cuando ambos intentaron comprar una mansión frente al mar en Palm Beach que había sido objeto de ejecución hipotecaria.

Las conspiraciones en torno a los crímenes de Epstein, alimentadas por Trump y sus aliados, han consumido a Washington en las últimas semanas. Tras dar marcha atrás en sus promesas de descubrir una verdad potencialmente siniestra sobre la muerte de Epstein, el fervor conspirativo fomentado por Trump y sus subordinados ha fracasado, provocando una reacción política negativa entre sus partidarios más fervientes y francos.

Trump también ha buscado distanciarse de Epstein después de que nuevos informes en The Wall Street Journal y The New York Times detallaran su relación pasada.

c.2025 The New York Times Company