Archie Moore: rey del KO

Plusdeporte2 months ago38 Vistas


Hace unos pocos días, ocioso en casa y dándole vueltas a la cabeza en busca de un tema para una nota que pudiera resultar interesante para esta nuestra página, el nombre de Archibald Lee Wright nos saltó de pronto y nos pareció un buen personaje como para que los lectores pasen el rato conociendo un poco de su tránsito por los cuadriláteros, en los que dejó una huella indeleble como uno de los 10 o 20 mejores boxeadores de todos los tiempos, sin discusión alguna.

Presumimos que a estas alturas esos lectores se estarán preguntando, intrigados y con comprensible razón: “¿Y quién es o fue ese tal Archibald Lee Wright?”. Para despejar la incógnita asomada en las primeras líneas, digamos sin más rodeos que aquel nombre corresponde a quien el boxeo en especial y el mundo deportivo en general conoció y admiró como Archie Moore, nombre legado por Cleveland y Willie Pearl Moore, los tíos que le criaron desde muy niño cuando su madre lo dejó al cuidado de ellos al ser abandonada por el esposo, unos pocos meses después de su nacimiento, hecho supuestamente ocurrido el 13 de diciembre de 1913 o de 1916 en Benoit, Misisipi.

Como Archie Moore figuraría con el paso del tiempo como un inmortal del ring, para decirlo pronto, a tal grado que es considerado el peleador tope de la división semipesada (175 libras o 79,378 kilos), desde fines del siglo XIX hasta estos días, en que se le tiene como el más grande de esa división a lo largo de la historia de siglos del deporte de los golpes, los guantes y las cuerdas.

Cuando aún era un adolescente, el inquieto y travieso Archibald confrontó problemas de conducta que le llevaron hasta un reformatorio, del cual saldría dos años más tarde para hacerse boxeador y, luego de una carrera relativamente breve en el aficionado, debutó profesionalmente a los 19 años (o 21 años, no se sabe a ciencia cierta. Muchos datos reales de su vida son una incógnita), exactamente el 3/11/35 con un nocaut sobre Billy Simms, a quien se sumarían prontamente 8 triunfos más, con un par de tablas, hasta sufrir su primer revés ante Billy Adams dos años más tarde, en septiembre del año 37.

Reemprendió el camino poco después para continuar regando la lona de víctimas, durante casi 3 décadas, hasta completar 141 despachados antes del límite, una cifra inigualada y en apariencia inalcanzable (números extraoficiales. También le dan 10 menos) de los anestesiados por él en su largo transitar por el ring, en el cual se caracterizó por una férrea y hábil defensa de guardia cruzada (el llamado estilo cangrejo), de balanceo constante, de sorpresivos y contundentes ataques, de agresivos y sólidos contragolpes en los que su poder de golpeo solía resultar letal para sus oponentes.

Al despedirse del ensogado sumaba 194 peleas con 26 perdidas, 7 KOs en contra y 8 empates. Son esos los números que ofrece The Boxing Record Book, 1998, en tanto que el portal BoxRec asigna a Su Majestad Nocaut 186 pleitos ganados (132 KOs), 27 (7 KOs en contra) y 10 empates. Otros sitios especializados le asignan 219 combates para 185 victorias, de ellas 131 por KO, 23 derrotas, 7 por KO y 10 tablas, estos últimos números los mayormente aceptados como oficiales. En nocauts propinados lo escoltan Young Stribling (129), Sam Langford (128), el mexicano Kid Azteca (114), único latino del listado, y Sugar Ray Robinson (109).

LARGA ESPERA POR UN TRONO

Por el oscuro color de su piel, en aquellos años (y todavía hoy) de una furiosa discriminación racial en su país y no obstante su notable calidad, reflejada en su impresionante récord, Moore tuvo que esperar unos largos 17 años antes de recibir una oportunidad titular, aunque por el mismo motivo se había visto también obligado a emigrar a Argentina y Uruguay en 1951, donde totalizó 8 triunfos, 6 por KO.

Retornó a Suramérica en el 53, ya como campeón del mundo, y agregó otros dos triunfos. En aquellos predios de América Latina, especialmente en Argentina, gozó de la admiración colectiva, tanto así que el entonces presidente Juan Domingo Perón como su esposa, Evita, lo distinguieron con su amistad e idolatría.

Su primer chance por una faja mundial lo obtuvo el 12 de julio de 1952, a los 34 años si se toma 1916 como el año de nacimiento o bien 39 años —de haber nacido en 1913—, dos fechas nunca confirmadas. Aquel remoto 12-7-52 batió en 15 asaltos al entonces monarca semipesado Joey Maxim (Giuseppe Antonio Beraldinelli). Lo expuso 10 veces, ante el mismo Maxim (ganó D15, las dos veces), Carl “Bobo” Olson (KO3), Harold Johnson (KOT14), Yolande Pompey (KOT10), Tony Anthony (GKO7), el francés Ivon Durelle (2 veces, KOT11 y KOT3) y el italiano Guilio Rinaldi (GD15), todo esto entre el 53 y el 61, es decir 9 años y unos meses después de su primer triunfo titular frente a Maxim.

En la larga ruta recorrida también había intentado, infructuosamente, adueñarse de la faja de la máxima división, pero lo frenaron sucesivamente el mítico Rocky Marciano —que se recuperó de una caída en el primero—, quien sumó ante él su nocaut 43 de 49 peleas, todas ganadas (46 por KO), en septiembre del 55.

Otras de las numerosas víctimas de AM en ese período, valga acotar, fueron Howard King, Alejandro Lavorante y Pete Rademacher.

Un año y 2 meses más tarde de su caída ante Marciano, Floyd Patterson, 21 años y 19 meses más joven, liquidó a Moore en 5 capítulos el 30/11/56, y el legendario Cassius Clay, más tarde Muhammad Ali, 26 años menor y de quien había sido entrenador, lo apabulló, con 4 derribos en el cuarto, en noviembre del 62.

“La Vieja Mangosta”, como lo apodaron por su asombrosa durabilidad, intentó un regreso el 15 de marzo de 1963 en el Madison Square Garden de Phoenix, Arizona, y venció en 4 asaltos a Mike DiBiase. Este fue su última víctima y también el último rival. Cuando esto ocurrió a Moore le faltaban solo 8 meses para festejar 28 años de su estreno profesional.

Luego de decir adiós al ring con los guantes puestos, asistió en la esquina al entonces campeón mundial George Foreman, junto con otros entrenadores.

En ese rol estuvo con “Big” George cuando este perdió sorpresivamente la faja ante Muhammad Ali el 30 de octubre de 1974 en Kinsasha, Zaire, hoy República Democrática del Congo. Se cuenta que al terminar la pelea Ali, entonces de 32 años, le gastó bromas a Moore, de una esquina a la otra diciéndole: “¿Estoy muy viejo, Archie, estoy muy viejo?”, palabras más, palabras menos.

También en su retiro Moore creó la fundación Any Boy Can, que ayudaba a jóvenes de hogares humildes en San Diego, California. En 1960 fue elevado al Salón Internacional de la Fama en Canastota, Nueva York. Y el 9 de diciembre de 1998, a 4 días de cumplir los 85 años si se toma el año 13 como el de su nacimiento, 82 años si se acepta 1916 (el otro año en que se dice nació), una insuficiencia cardiaca apagó en San Diego la vida de Archibald Lee Wright, Archie Moore para el boxeo, el más grande semicompleto de todos los tiempos.

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