Lo que este jueves hizo la Casa Blanca no fue sino confirmar lo que vagamente se sospechaba: Donald Trump sufre de insuficiencia venosa crónica y es por eso que las fotos que circularon en las redes sociales desde el pasado domingo, que lo mostraban con las extremidades notoriamente inflamadas, generaron una también notoria preocupación en la sociedad estadounidense.
Fue Karoline Leavitt, secretaria de prensa de la Casa Blanca, a quien le tocó oficializar el estado de salud del presidente norteamericano. Los cambios en sus extremidades generaron conversación en las redes desde el domingo pasado, cuando Trump asistió en Nueva Jersey a la final del Mundial de Clubes.
Dijo Leavitt este jueves: “Sé que los medios norteamericanos han estado especulando sobre moretones en las manos del presidente y también hinchazón en sus piernas. Él quería que compartiera una nota de su médico con todos ustedes”.
“Insuficiencia venosa crónica”, especificó Leavitt. La cuestión tomó fuerza el domingo, dado que imágenes de Trump en el MetLife Stadium de Nueva Jersey, a donde asistió para presenciar el partido entre Chelsea y Paris Saint-Germain en compañía de su esposa Melania y el presidente de la FIFA, Gianni Infantini, se observó que sus tobillos eran literalmente dos bolas de gran tamaño, un detalle que la caña alta de las medias de vestir intentaban disimular pero que la botamanga del pantalón terminó por delatar.
“¿Bolsa de catéter? ¿Signo de insuficiencia cardíaca congestiva?”, arriesgaron varios usuarios en las redes sociales. Otros pocos se centraron en que en la mano derecha del presidente parecía tener maquillaje, aunque las tomas eran más bien lejanas -incluso aquellas de cuando Trump levantó la copa con el plantel del Chelsea- y no permitían conjeturar mucho al respecto. Sin embargo, la cuestión quedó latente.
Pero durante la semana trascendieron otras imágenes oficiales que, lejos de menguar la preocupación, más bien la proyectaron. Fue el miércoles, durante un encuentro de Trump con el príncipe bareiní Salman bin Hamad Al Khalifa en el Salón Oval, donde fue fotografiado desde distintos ángulos pero todas las miradas se enfocaron en su mano derecha, que blandía un rastro de maquillaje más que perceptible sobre todo el dorso. Imágenes parecidas se habían viralizado días antes, cuando Trump se dejó ver públicamente antes de embarcarse en un vuelo hacia Pittsburgh.
Amén de que las fotos obligaran a la Casa Blanca a “sincerar” la insuficiencia venosa crónica del Trump, Leavitt insistió en el carácter de aparente no gravedad del cuadro. “El presidente Trump muestra una excelente salud cognitiva y física y está plenamente capacitado para desempeñar las funciones de Comandante en Jefe y Jefe de Estado”, dijo el médico presidencial.