Hay historias que mezclan deportividad, leyenda y una pizca de novela negra… algo que también pasa en el mundo del motor. Una de ellas, de las más jugosas, es la que protagoniza del Ferrari 512 TR negro que Michael Jordan estrenó en 1992, cuando los Bulls encadenaban títulos y el dorsal 23 era sinónimo de omnipotencia.
Tras quince años sin dejar rastro, el coche acaba de reaparecer y ya ha emprendido viaje a la fábrica de Ferrari en Maranello (Italia) para una restauración a especificaciones de fábrica que apunta a revalorizarlo de manera impresionante.
El 29 de febrero de 1992, el concesionario Lake Forest Ferrari, en Chicago, entregaba a Michael Jordan un 512 TR, una bestia capaz de entregar 428 CV de potencia, acelerar de 0-100 km/h en 4,8 segundos y con una velocidad punta gracias a su motor V12.
El jugador lo condujo al Chicago Stadium antes del quinto partido de los Playoffs frente a los Knicks, luciendo la matrícula “M-AIR-J” Tres años después, el astro lo vendía al empresario Chris Gardner, en el que se basa la película “En busca de la felicidad”, protagonizada por Will Smith, quien cambió la placa por un irónico “NOT MJ” y, con ella, la narrativa del coche.
Años después, en 2010, Gardner subastó el Ferrari por algo menos de 100.000 euros y, desde entonces, el deportivo pareció esfumarse. Lo que realmente pasó es que el coleccionista californiano, tras ser diagnosticado de cáncer, guardó el coche en su garaje y dejó de conducirlo.
El Ferrari de Jordan fue encontrado en un garaje sin un solo rasguño / SPORT
Ese mismo garaje resistiría, milagrosamente intacto, los incendios que devastaron Los Ángeles en enero de 2025. Cuando las cenizas se asentaron, el 512 TR permanecía cubierto de polvo pero completo, con sus paneles de kevlar y aluminio sin un solo golpe estructural.
El concesionario estadounidense We Are Curated, especializado en superdeportivos ‘vintage’, llevaba década y media siguiéndole la pista entre chasis clonados y números de bastidor falsos. John Temerian, su cofundador, reconoce que fue “como resolver un misterio que nos perseguía”. Tras confirmar la autenticidad, el equipo compró el coche y decidió devolverlo a Italia: el 512 TR viaja ya rumbo a Carrozzeria Zanasi, el partner oficial que pinta los Ferrari Tailor Made dentro del campus de Maranello.
La restauración será integral: desde el interior en cuero Nero hasta el 4.9 l flat-12 Motronic, pasando por la caja manual, con un presupuesto que ronda los 200.000 euros.
El plan de Curated es que, una vez restaurado, el coche haga un recorrido para reencontrarse primero con Gardner y con el propio Michael Jordan. Después, podría exhibirse temporalmente en el Museo Ferrari o en Pebble Beach antes de decidir si sale a subasta, con estimaciones ya por encima del millón de euros, o queda como pieza de exposición permanente en la colección de Curated
Aún no se sabe si la propia ex estrella de la NBA y el mejor jugador de todos los tiempos podría pujar por el bólido que en su momento condujo camino a otro anillo con los Bulls.